Diario Clarín, 3 de octubre de 2019, p. 2
La médium es un libro breve, quizás demasiado breve, y sin embargo alcanza para contener esa inmensidad que es la relación entre un padre y un hijo. El padre de Lucas Soares, Norberto, fue un personaje icónico de la bohemia porteña de los años setenta y ochenta, perdido en la barca del “melancoholismo”, que portaba al mismo tiempo una imposibilidad y un talento, un escritor de obra esporádica y conversación inolvidable, según sabemos por evocaciones de Ricardo Piglia o de María Moreno, entre otros.
En La médium, Lucas Soares se apoya sobre el único recurso formal que puede dar cuenta, paradojalmente, de una totalidad: el fragmento. La experiencia está astillada, el pasado es siempre un rompecabezas, y por eso este libro está hecho sobre la base de pedazos, de géneros –narrativa, poesía–, de una hibridez que es al mismo tiempo su posibilidad de existencia y su límite. Un libro duro y tierno, todo junto y al mismo tiempo.